En un sorprendente giro de los acontecimientos, Adidas parece preparada para capitalizar los errores recientes cometidos por su rival Nike, y los analistas predicen sólidos resultados para el fabricante alemán de ropa deportiva en el segundo trimestre. El resurgimiento de los modelos clásicos Samba y Gazelle de Adidas, junto con el inesperado pronóstico de Nike de una disminución de las ventas anuales, ha preparado el escenario para un posible cambio en el panorama de la ropa deportiva.
Adidas también parece haber superado las consecuencias financieras de poner fin a su asociación con Yeezy, y las ventas recientes de las acciones restantes contribuyeron con alrededor de 400 millones de euros a sus ingresos de 2023, lo que ayudó a compensar las pérdidas iniciales. Los expertos de la industria esperan que Adidas registre su margen de ganancias más alto en tres años, y los analistas esperan un 51,4% para el segundo trimestre, según datos de LSEG. Se espera que los ingresos aumenten un 4,5% interanual hasta los 5.600 millones de euros.
Esta perspectiva positiva contrasta marcadamente con el deslucido desempeño reciente de Nike y el impulso que disfrutan marcas más nuevas como On y Hoka. La disparidad de suerte entre los dos gigantes de la ropa deportiva refleja tendencias más amplias en la industria. Nike está muy fuera de línea con el producto y el mensaje, mientras que Adidas está pasando por un buen momento.
En 2023, Nike será la novena marca más popular del mundo, según Interbrand. Adidas ocupó el puesto 42, lo que indica que la fuerza de Nike no puede ser superada fácilmente. Sin embargo, en términos de productos, la popularidad de Adidas puede atribuirse, en parte, a su enfoque estratégico en los modelos clásicos. La compañía ha revitalizado con éxito las líneas Samba y Gazelle con nuevas combinaciones de colores y ediciones limitadas, aprovechando el creciente apetito de los consumidores por la estética retro.
Si bien las perspectivas a corto plazo de Adidas parecen prometedoras, los analistas advierten contra el optimismo excesivo. La industria de la ropa deportiva sigue enfrentando obstáculos, incluida la débil demanda en China y la intensificación de la competencia. Mientras Nike lucha con sus desafíos, algunos analistas de Wall Street incluso especulan sobre posibles cambios en la administración antes del día del inversor de otoño de la compañía. Se espera que Adidas publique sus resultados del primer semestre de 2024 el 31 de julio.