En el cuarto trimestre, que finalizó el 31 de mayo, Nike reportó ingresos de 12.600 millones de dólares, un 2% menos año tras año. La compañía experimentó caídas en múltiples mercados, incluido América del Norte, su mercado más grande, donde las ventas cayeron un 1%. En la publicación de resultados, el director ejecutivo John Donahue dijo que la compañía «enfrenta nuestros desafíos a corto plazo de frente». La dirección dice que está trabajando para ser más competitiva y estar mejor posicionada para el crecimiento de las ganancias a largo plazo. Mientras la empresa trabajaba para reducir costos, es posible que los inversores hayan anticipado un mayor crecimiento de los ingresos del negocio.
Dado que los consumidores están recortando sus gastos, puede que no sea fácil para Nike continuar haciendo crecer su negocio sin tener que reducir los precios. Los inversores no parecen convencidos de que este sea un camino fácil y de que valga la pena pagar una prima por Nike. La fuerte liquidación de la semana pasada envió las acciones a un nuevo mínimo de 52 semanas y a niveles que las acciones no han alcanzado desde 2020.
Nike tiene una marca sólida que resuena entre los jóvenes, pero los inversores pueden tardar algún tiempo en volver a acostumbrarse a las acciones, ya que la empresa necesita demostrar que puede encontrar una manera de seguir creciendo. Sin embargo, si está dispuesto a ser paciente y soportarlo, ahora podría ser un buen momento para comprar acciones dada toda esta caída que parece estar afectando su valoración actual.
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